La eficiencia energética está a la orden del día y cada vez son más las personas que quieren tener un consumo responsable de luz, agua y gas en el hogar. Pero, además de hacerlo por el ahorro económico que pueden obtener las familias; también debemos incentivar la eficiencia energética para mejorar la sostenibilidad del planeta.
¿Cómo podríamos definir este término? De manera muy sencilla. La eficiencia energética, hace referencia a la reducción de cantidad de energía de un hogar, obteniendo un consumo de energía inferior que el resto. Esto podemos lograrlo, a través de inversiones a nivel tecnológico como el uso de energías renovables y mejorando los hábitos de consumo de la familia.
Desde el año 2020, la Unión Europea ha decidido que en España, como en todos los países miembros; es obligatoria la construcción de edificios con eficiencia energética, consiguiendo así, un consumo mucho menor que al que antes producían.
Para poder saber que consumo energético tiene nuestra vivienda, podemos recurrir a la certificación energética; la cual clasifica el consumo energético y las emisiones nocivas que emite cada hogar. Esta certificación se basa en 7 niveles: se clasifican de la A a la G, evaluando el valor de eficiencia energética; siendo la «A» la mayor eficiencia energética y la «G» la peor.
Pero en este momento es cuando surge otra cuestión. ¿Nosotros, cómo podemos mejorar la eficiencia de nuestro hogar? Lógicamente, no vamos a ponernos a construir nuestro propio edificio con eficiencia energética, pero sí que podemos seguir una serie de acciones que reducirían la cantidad de energía de un hogar.
Luz natural y artificial de bajo consumo. Una de las estrategias más fáciles y económicas que debemos aprovechar es la luz natural que accede a nuestro hogar por las ventanas. Pero, además de esto, podemos instalar bombillas de bajo consumo para cuando la luz natural no sea suficiente.
Mejorar el aislamiento de nuestra vivienda. Es muy importante revisar el estado de ventanas, suelos, muros y tejado para controlar las pérdidas de calor de nuestros hogares.
Cambiar electrodomésticos antiguos. Los electrodomésticos antiguos consumen mucha energía, por ello si decidimos cambiarlos por unos más modernos, notaremos una reducción de consumo de energía muy grande.
Reducción en el consumo de agua. Un consejo muy común para este caso, es no mantener los grifos abiertos más tiempo del necesario o maximizar la capacidad de lavadora o lavavajillas; trucos fáciles que nos pueden producir un gran ahorro.